Fervor, tradición y amor Mariano reinaron en los hogares de los diferentes distritos de la capital, que participaron en la décima quinta edición del Concurso Municipal de Altares en honor a la Purísima Concepción de María, este jueves 07 diciembre, fecha en que se celebra La Gritería.
En este concurso participaron más de 300 familias con sus altares y fue evaluado por un jurado calificador en cada distrito, quienes recorrieron cada uno de los altares, acompañados de las autoridades edilicias.
Durante el recorrido el jurado calificador y las autoridades municipales, representadas por la Alcaldesa Reyna Rueda Alvarado, el Vicealcalde Enrique Armas Rosales y la Secretaria del Concejo de Managua, Jennifer Porras López, pudieron constatar el cumplimento de los requerimientos establecidos en el concurso, el cual ya forma parte de las tradiciones de la capital.
La Alcaldesa Rueda quien visitó los altares del Distrito II, expresó que este concurso se realiza a nivel distrital y se premiarán los 3 mejores altares de cada distrito, se entregará 11 mil córdobas al primer lugar, 10 mil al segundo lugar y 9 mil al tercer lugar.
Asimismo, dio a conocer que, los parámetros a evaluarse son el contenido o tema bíblico, que tendrá un puntaje de 35%, el material utilizado con acabados nacionales y tradicionales; con un puntaje del 30%, la creatividad y originalidad del altar, así como, la presentación y narración descriptiva del diseño del altar ante el jurado; con un puntaje de 35%.
Dentro de los primeros altares visitados estuvo el de la familia Acevedo Gutiérrez del barrio Larreynaga en el Distrito IV, en este hogar se celebra La Gritería desde hace 110 años y según doña Yolanda del Socorro, tradicionalista de estas fiestas, todos los 7 de diciembre más de 2 mil personas visitan los altares de su barrio.
La concursante Martha Elizabeth Guerrero del barrio San Judas en el Distrito III, expresó que celebrar a la Virgen María, nació con una promesa que le hizo a su mamá, su altar reflejaba la cultura de cada uno de los departamentos de Nicaragua y en el centro se encontraba la Madre Santísima, como un reflejo de que ella cuida a cada uno de los nicaragüenses.
